Psicopatía: “nature vs nurture” las dos caras de Narciso…

¿Son las dotes ingénitas del individuo (naturaleza) y los rasgos congénitos (herencia) como se postula en la teoría del “nativismo” o “empirismo” filosófico respectivamente, las que crean una personalidad determinada? O, por el contrario, ¿son las experiencias personales (crianza y educación), las causantes de las diferencias individuales en rasgos del comportamiento, respecto a una posible tendencia de personalidad psicopática?

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Miedo: emoción vs constructo social…

El “miedo” conceptualmente lo podemos definir como una respuesta emocional puntual, normal y necesaria como proceso adaptativo en el desarrollo del ser humano. Aunque también puede ser una respuesta condicionada, que se gestiona a través del aprendizaje respecto a estímulos percibidos como aversivos.

Sin embargo, lo que denominamos “fobia” (del griego “fobos” pánico) no es una emoción, sino una sensación intensa, persistente en el tiempo y desproporcionada ante una posible situación u objeto que no representa un peligro real. La cronificación en el tiempo hace que la fobia sea desadaptativa y patológica, implicando un malestar importante en la persona que la sufre, al contrario que el miedo.

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Piscopatologizar al antihéroe…

Durante esta última década, estamos viendo como el perfil psicológico del antihéroe se va posicionando con más fuerza entre nuestra cultura. Por alguna razón, han dejado de atraernos las figuras virtuosas, esas que Carl Jung (2009) definió en su arquetipo del héroe y que hacían frente a la inmoralidad y la protervia. Nuestros eternos salvadores, esos que nos traían la luz luchando contra las tinieblas, ya no nos inspiran.

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Tiempos líquidos y neurosis…

Podríamos definir la neurosis como un conflicto entre elementos internos y subjetivos en contra de los elementos externos y objetivos a nivel de introyectos familiares, sociales o educacionales, referidos a una misma persona. Por ejemplo, el placer y el instinto vs el deber y las normas interiorizadas. La personalidad del ser humano se plasma también a través del contraste con la autoridad externa, con las normas, con los límites, con lo que se establece como “socialmente justo” que no quiere decir que lo sea. Y aún así, ese contraste es absolutamente necesario para la formación del carácter. Continuar leyendo “Tiempos líquidos y neurosis…”

Las cinco heridas emocionales en la infancia…

Los seres humanos aprendemos a interpretar el mundo que nos rodea en nuestros primeros años de vida a través de la subjetividad de lo que percibimos. En nuestra particular interpretación de la realidad influye el entorno, la familia, el contexto socioeconómico y cultural, las experiencias vitales, nuestra forma de ser y la socialización primaria. Todos tenemos un pasado. Y aunque este ya no exista, las experiencias “traumáticas” vividas en la infancia marcan nuestro carácter, dejando su huella en él.

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