Técnicas de integración cerebral y terapias energéticas en trauma.

Las TIC o técnicas de integración cerebral en psicoterapia, se utilizan para reequilibrar los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio dominante (izquierdo) almacena recursos, sentimientos y creencias positivas y el hemisferio no dominante (derecho) almacena los traumas, las emociones  y las creencias negativas. Al activarlos de forma secuencial y alternativa, se produce un intercambio de información de uno a otro hemisferio a través del cuerpo calloso, que es el haz de fibras nerviosas que transfiere la comunicación neuronal interhemisférica. Se realiza de esta manera una integración de ambas representaciones, sentimientos positivos con emociones negativas y recursos con traumas. Ya que cada hemisferio nos hace en cierta manera ver una realidad diferente. La comunicación inter hemisférica se bloquea con el trauma a través del shock.

Las TIC se activan con un mapeo secuencial a través de los ojos, tapándose estos de forma secuencial con las manos o a través de unos puntos muy concretos del cuerpo, en los que se dan golpecitos. También se trabaja con posicionamiento de las manos a nivel fronto/occipital.

Las terapias energéticas, Se basan en la medicina oriental, que  es la teoría del “Chi” en China o el “Ki” en Japón. Todo ser vivo produce energía vital y esta es susceptible de sanar nuestras emociones a través de un circuito cerrado. El “Chi” equivaldría básicamente, por así decirlo, a la energía electromagnética que recorre el cuerpo a través de doce canales (meridianos), cada uno de ellos relacionados con un órgano del cuerpo y con una emoción.

Estos se agrupan en pares bilaterales, excepto dos meridianos centrales (canal central) cuyo flujo de energía es continuo, reflejado una secuencia determinada tanto a nivel externo como interno del cuerpo. Este flujo energético de ida y vuelta constante, está vinculado a los mecano receptores somato sensoriales de la piel o lo que serian en medicina china los puntos de acupuntura “hsue”.  Terminaciones nerviosas y neurovasculares a las cuales están relacionadas con  los órganos internos del cuerpo.

Es importante también tener en cuenta las diferencias sustanciales entre los procesos cognitivos y la emoción. Hay muchos psicólogos que no tienen claro la diferencia entre pensamiento y creencia o emoción y sentimiento vinculados a las sensaciones corporales.

Las técnicas energéticas o de integración cerebral trabajan la biopsicologia de la emoción. Considerando que la activación cognitiva que se produce entre el estímulo a la tendencia de acción del individuo, lleva vinculado un bloqueo energético físico. Y es en este bloqueo donde queda la memoria física activada del trauma. Por tanto el resto de variables, creencias (introyección / proyección) sentimientos etc. Se trabajarán posteriormente con terapia hablada que es la mayor parte del tiempo. Pero lo importante es desactivar el trauma equilibrando los dos hemisferios cerebrales.

A nivel del paciente existen causas específicas por las que pueden fallar este tipo de técnicas, puede ser que el paciente no esté preparado o que su proceso de asimilación de la técnica no sea correcto. O simplemente que no deje realizar el abordaje. Las causas generales están vinculadas a edad y condición física del sujeto. En niños traumatizados la técnica es mucho más eficaz que en adultos. En depresiones y adicciones sobre todo por drogas, no es recomendable usar estas técnicas.