Arte terapia en niños.

El  arte terapia consiste en proyectar en imágenes los sentimientos y emociones a través de un proceso artístico. Ya que las imágenes, no son más que pautas enraizadas a través de la experiencia emocional y perceptiva.

Una experiencia traumática genera una formación de emociones referenciadas,  que deben hacerse conscientes. Estas emociones son una forma de energía. El dibujar, realizar escultura o cualquier otro proceso creativo, es hacer visible la energía.

Las imágenes, como hemos dicho anteriormente, son pautas y representaciones de la vida. Estas pautas pueden ser universales y arquetípicas. Por tanto las imágenes son predictoras de la vida interior del analizante, con sus miedos y distorsiones. Un puente entre consciente e inconsciente.

El proceso de creación de imágenes se hace a través de la intención que dota de facultades la imagen. Y de la atención que fija la imagen y la transforma sin realizar una valoración previa; focalizándola a través del dibujo o la escultura.

Dentro del dibujo, un primer boceto es a través del garabato, que descubre el problema del analizante, señala el camino y desata el sentimiento. El garabato es una proyección sin límites que se genera desde el inconsciente. El límite del dibujo tranquiliza pero no sublima. Por esta razón se trabaja a partir del garabato y no del dibujo realizado de manera artística y consciente, ya que este último es mucho más racional y prejuicioso.

Por tanto se parte del garabato y se llega a un concepto completo e interpretativo por parte siempre del analizante. Realmente el que dibuja no es la mente de éste en su estado habitual. Sino su inconsciente que representa su mundo interior, sus temores y sus deseos. A través del símbolo y la metáfora.

Es de esta forma como la imagen funciona igual que en el sueño, reino de lo simbólico. La esencia y el deseo de saber sustituyen al miedo infantil y al trauma sostenido. Ya que la imagen se convierte en la proyección del dolor y de la herida traumática, en la historia del analizante.

Este acto creativo de generar imágenes incipientes a través del dibujo o la escultura, mitigan el trauma de forma progresiva y sostenida. Produciendo un bienestar y equilibrio en el analizante en proporción al desarrollo de la terapia.

Se tiene que considerar que un dialogo interno no debe conceptualizarse como un proceso creativo de arte terapia, ni las imágenes que puedan surgir de las personas intuitivas cuando se encuentran en una situación vital compleja o de estrés. Ni las creaciones artísticas complejas, racionales o demasiado intelectualizadas.