El trauma relacional tanto en la primera infancia como en la adolescencia afecta al desarrollo sano del cerebro, ya que esta vinculado a las figuras de apego. Los conflictos sin resolver en la socialización primaria, normalmente del nacimiento a los ocho años de edad, generan en el infante unos circuitos corticales y subcorticales excesivamente reducidos a nivel neuronal, que ya de por si son pequeños, ya que estan en crecimiento.
Esto a la larga lleva a una menor regulación del lóbulo frontal. En el adolescente este mismo problema le lleva a desarrollar un sentido de identidad propio inadecuado como alguien distinto y separado de los demas, pero en relación insana con ellos, este problema genera distintas ansiedades en el adolescente evocativas a la primera infancia y al maltrato. Continuar leyendo “El trauma relacional en el niño y adolescente.”