La psicología desde la filosofía…

Hay que reconocer que la psicología por mucha ciencia que ahora parezca proviene en gran medida y en esencia de la filosofía. Se supone el nacimiento de la filosofía occidental alrededor del año 600 a C en Grecia, con la finalidad de pasar del mito al logos. Realizar el transito conceptual del mito y las divinidades a lo fenomenológico y racional, era en aquellos momentos bastante complicado. Fueron las escuelas sofistas, junto Sócrates y su alumno Platón, los que plantearon el problema del ser humano y de su vida anímica. Mundo sensible y mundo inteligible eran considerados en términos de lejanía y es precisamente el alma quien establece el lazo de unión entre el auténtico ser y el engañoso mundo de lo sensible o de lo espiritual. Y para los sofistas que eran viajeros incansables, lo importante era el origen del ser humano en función de la cultura y de la política.

Sócrates (470-399 a.C) fue el precursor de la dialéctica y fue el verdadero iniciador de la filosofía, en cuanto que le dio su objetivo primordial del ser. La filosofía se consideraba la ciencia que busca en el interior del ser humano. El método de Sócrates consistía en que después de plantear una proposición, se analizaban las preguntas y respuestas suscitadas por la misma. Esto le convirtió en una figura extraordinaria y decisiva; representaba la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofista, y era un singular ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción.

El dualismo socrático se convirtió en ontológico y lo apostilló su alumno Platón (427-347 a.C) en la escuela que el mismo fundó. Platón fue el verdadero iniciador de la filosofía en cuanto que le dio su objetivo primordial de ser; la ciencia que busca en el interior del ser humano. Platón vincula la dualidad con los dos mundos: el mundo inteligible de las ideas, eterno, inmutable y necesario, y el mundo sensible de la materia, temporal, mudable y corruptible (alma encerrada en un cuerpo). Platón desvaloriza el mundo de la materia, ya que de su doctrina procede la imagen del cuerpo como cárcel del alma. De ahí su alegoría filosófica, el mito de la caverna. El dualismo platónico reaparece completo en los neoplatónicos, aunque en éstos se añade la doctrina de la emanación, que liga ambos mundos y tiende a un futuro monismo con sabios como Tales de Mileto, Parménides, Anaximandro, o Anaxímenes.

Con Aristóteles (384-322 a.C) alumno de Platón, se llega a conocimientos que permanecen válidos, como pueden ser: el problema relativo al modo de conocimiento o la distinción entre las vidas vegetativa, sensible, y racional. Su tratado “Peri Psichés” (Sobre el alma) constituye una verdadera investigación científico-natural de los procesos biopsíquicos, aunque, como era inevitable en las especulaciones de la época, intervengan elementos que no proceden de la experiencia directa, o que dependen de una peculiar concepción del Universo.

Aristóteles construyó un sistema filosófico propio. Previo a ello, sometió a crítica la teoría de las ideas de su maestro Platón. Con el fin de intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides. Platón había propuesto la existencia de dos dimensiones en la realidad: el Mundo sensible y el Mundo inteligible, como comentábamos antes. También Empédocles, definía el dualismo entre la amistad y el odio, que Aristóteles interpreta como el bien y el mal.  Anaxágoras conceptualiza también el dualismo entre lo primitivo y la inteligencia. Pero para Aristóteles, el mundo no tenía compartimentos estancos.

Si bien Aristóteles admite, al igual que Sócrates y Platón, que la esencia es lo que define al ser, concibe (a diferencia de sus antecesores) la esencia como la forma que está unida inseparablemente a la materia, constituyendo juntas el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, y del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, de una manera primitiva “hipotético-deductiva”, abrió las posibilidades a la investigación científica, posterior y a la llegada de la psicología como ciencia.

Para Aristóteles la psique (alma) es vida conceptualmente definida como el hecho humano de razonar, percibir, movimiento y conciencia en un lugar. Es también movimiento vegetativo, (respiración, pulso, digestión, crecimiento). Aristóteles define lo anímico en tres niveles: el vegetativo, el sensorial y el racional. De la percepción y la representación se origina la tendencia, pues donde hay percepción hay también placer y dolor, y donde éstos existen se da necesariamente el deseo. Los estudios de Aristóteles influyen decisivamente en la tradición filosófica posterior. Al traducirse sus escritos y sus comentarios al árabe y de éste al latín medieval a comienzos del siglo XIII.

Pero para llegar al siglo XIII fundamental por la filosofía escolástica, cerramos el capítulo filosófico de la Grecia clásica. Y nos pasamos de largo, la caída del imperio romano y las invasiones bárbaras en occidente. Es en esta época, donde se apuntilla el cristianismo gracias a la filosofía patrística medieval liderada por Agustín de Hipona (354-430 d.C). Y posteriormente la transición al renacimiento carolingio. Donde gracias a Carlomagno (742-814), los invasores barbaros respetaron la organización y las instituciones eclesiásticas e incluso se convirtieron al cristianismo, defendiéndolo y aceptando su autoridad. De ahí que la Iglesia no perdiera su fuerza tras la invasión de los bárbaros. Por el contrario, fue el único poder que se mantuvo unido frente a la fragmentación de los nuevos pueblos.  De este modo la Iglesia sirve de puente entre la cultura grecorromana y los nuevos pueblos ejerciendo una labor de recuperación, conservación y transmisión de la misma a través de los monasterios y a partir del siglo XIII por las órdenes mendicantes: franciscanos y dominicos. De ahí que la filosofía en el medievo estuviera tapada por la teología cristiana.

Fue la escolástica de Tomas de Aquino (1225-1274) y el nacimiento de las Universidades la que recupera la filosofía aristotélica a través de los escritos árabes fundamentalmente. Tomas de Aquino, esencialmente distingue cuatro modos de relacionarse con el mundo. Estos se corresponden a las cuatro potencias del alma: vegetativa, sensitiva, intelectiva y apetitiva. En esta distinción, Tomás concede una atención y trato especial al ser humano. De la humanidad, según él dice:  es característica, esencial y exclusiva: la potencia intelectiva de razonar y la de querer libremente. Así como la irrupción del alma en el cuerpo humano por obra de “Dios”.

Por tanto, como el ser humano solamente por el entendimiento y la voluntad libre puede llegar a Dios, Tomás estudia especialmente como humano su alma intelectiva, dedicando apenas atención al componente del mecanismo animal del humano en favor del estudio de la facultad superior, o alma aristotélica. Esta postura filosófica poco tradicional, fundamenta, lo más específico del ser humano, que es su esencia. Postura que sigue teniendo su influencia activa en la Psicología moderna en muchos autores, como el sacerdote y filósofo neotomista Regis Jolivet (1891-1966) o el neuropsiquiatra austriaco Víctor Frankl (1905 -1997).

Y entonces apareció René Descartes (1596-1650). Éste gran filósofo y matemático, considera la realidad compuesta de dos especies fundamentales: la extensa o material (res extensa) y la pensante (res cogitans), la primera regida por un puro mecanicismo y la segunda por la libertad. Pero no consigue conectarlas bien, derivando de la realidad cartesiana (cogito ergo sum), los racionalismos materialistas o espiritualistas, que otorgan primacía a una u otra realidad en función de subjetivismos. Christian Wolff (1679-1754) fue el primero que, sistematizando el racionalismo de Leibniz, distinguió entre Psicología empírica y Psicología racional, continuando así la desconexión racionalista; y de esa síntesis wolffiana arranca Enmanuel Kant para elaborar su discutido pensamiento.

Kant (1724-1804) introduce un nuevo dualismo: entre la razón pura y la razón práctica, el mundo natural de la apariencia (fenómeno) y el determinismo. Y el mundo moral de la realidad en sí (nóumeno) y la libertad. Los espiritualistas posteriores insisten en el dualismo entre naturaleza y espíritu. Y es aquí cuando vuelven a resurgir las corrientes monistas derivadas de los clásicos como Parménides o Mileto, que concebían todo lo real como un ser único, con diferencias no irreductibles, sólo graduales, entre sus manifestaciones. Para los monistas estas diferencias podían parecer irreductibles, en todo caso, por la limitación del conocimiento en aquella época. Spinoza (1632-1677) fue el principal precursor e introductor del monismo como tal, en contraposición a la dualidad cartesiana. Y los monistas que se oponían a los argumentos kantianos fueron, sobre todo: Berkeley, Hume, Hegel y Marx. El filósofo Donald Davidson (1917-2003) fue el precursor del monismo anómalo y un gran estudioso de Spinoza.

Gracias al enorme desarrollo de las ciencias naturales en la primera mitad del siglo XIX y la aparición del método científico-experimental, delimitándose y diferenciándose del método científico-filosófico, se va delimitando también el campo de lo psicológico o psíquico, como un conjunto de fenómenos peculiares, observables y estudiables empírica y experimentalmente, atendiendo sobre todo a los datos de la conciencia.

Quedan así los problemas generales del alma (monismo/dualismo) y el estudio de los seres humanos circunscritos a la fenomenología de campo de la Psicología filosófica o Metafísica en algunos casos. Pero como es imposible que el hombre abandone el conocimiento intelectual y filosófico, aparecen multitud de pseudo filosofías o pseudo metafísicas como muestra la historia del racionalismo, que interpretan muchas veces equívocamente los datos experimentales.

Y para resolver estos problemas surge la psicología fisiológica y la ciencia psicológica experimental de W. Wundt (1879). Para Wundt el fenómeno psíquico, lo anímico, tiene carácter de proceso; es decir, los contenidos de conciencia nunca son objetos constantes, sino fenómenos fugaces, que continuamente se suceden unos a otros. Por tanto, y esto es lo importante, es imposible una observación exacta no fundada en la experiencia; es, en consecuencia, absolutamente necesario un método experimental. Lo importante no es conocer lo que el fenómeno sea en sí, sino “prever” el comportamiento de los fenómenos; verificar hechos y comprobar leyes. La gente tiende a pensar que Wundt era conductista pero el conductismo llego después, a través de Watson, Wundt particularmente estudiaba percepción y sensación.

Posteriormente, E. H. Weber (1864-1920) que fundamentalmente era fisiólogo, trabajó con los sentidos de la vista y el tacto y empleaba el tradicional concepto de umbral; para estructurar de un modo científico estas experiencias. Weber se vio obligado a estudiar también las condiciones psicológicas indispensables para asegurar la homogeneidad de los datos, en base a la teoría de G. T. Fechner (1801-1887), que no era fisiólogo sino físico. Con su maestro y dentro del campo concreto de la Psicofísica intento unir y relacionar los fenómenos mentales (psico) y los fenómenos corporales (físico). Siguiendo las directrices de Fechner a través de los procesos psicofísicos; que éste a su vez siguió, de las directrices del antiguo profesor de W. Wundt; H. von Helmoltz (1821-1894) que sistematizó los conocimientos psicofisiológicos de las sensaciones auditivas y ópticas, basando su estudio en la sensación como primicia de expresión del acontecimiento psíquico.

No obstante, el racionalismo cartesiano que se vinculó al dualismo aristotélico posteriormente a la psicología experimental de Wundt creo su propia escuela de donde derivaron las siguientes corrientes psicológicas:

  • Funcionalismo (William James, Dewey)
  • Psicoanálisis y psicología analítica (Freud, Adler, Jung, Jones, Ferenci, Klein, Lacan…)
  • Humanismo (Rogers, Maslow, Allport, Perls…)
  • Psicología del lenguaje (Chomsky) psicolingüística (Guillaume)
  • Cognitivismo (Vigotsky, Piaget, Beck)

Del monismo vinculado al empirismo y asociacionismo de Bacon, Hobbes, Locke, Hume, etc. vinculadas a la psicología experimental de Wundt, derivaron las siguientes corrientes psicológicas:

  • La psicofísica junto con la psicología experimental (Von Helmholtz, Wundt)
  • La psicologia experimental (Wundt, Weber, Fechner…)
  • Conexionismo (Thorndike)
  • Conductismo (Watson)
  • Condicionamiento Clásico (Pavlov)
  • Conductismo radical (Skinner)
  • Neoconductismo (Pavlov)
  • Procesamiento en Paralelo (Spencer, Hayek)

De los postulados de Kant va a surgir el constructivismo corriente intermedia entre el racionalismo y el empirismo que intenta conciliar las dos corrientes. Y las corrientes psicológicas que derivan del constructivismo en psicología son:

  • Constructivismo (Kelly, Bartlett, Wertheimer)
  • Psicologia de la Gestalt (Kóler, Kofkka, Levin) no confundir con psicoterapia gestáltica (F. Perls).
  • Teoría de los esquemas (Piaget, Bartlet)
  • Estructuralismo y teorías evolutivas (Titchener, Piaget, M. Klein) en contraposición al constructivismo.
  • Teorías del esquema motor (Arthur Staats)

De estas corrientes hablaré en posteriores posts.

Webgrafía:

http://www.psicol.unam.mx/pdf1/Historia%20de%20la%20Psicologia%20Alvarez%20Diaz…pdf

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