Biosíntesis en terapia…

La biosíntesis es una técnica terapéutica psicológica pre y perinatal, una psicoterapia somática y una psicología transpersonal, con un abordaje multidimensional del ser humano. Tu cuerpo, las emociones, la sexualidad, las creencias, los deseos, las necesidades, los sueños, tu historia, la familia, las relaciones, etc., son vistas y consideradas de una manera integral.

La Biosíntesis reconoce la unicidad de la persona y la variedad del desarrollo vinculado al proceso de formación. El ser humano es visto como multidimensional y los distintos niveles de sus interacciones con el mundo, o lo que aprende o expresa, se entienden como campos de experiencia de vida interconectadas: física, emocional, mental y espiritual.

La biosíntesis toma del psiquiatra austríaco Wilhelm Reich (1897 – 1957), discípulo de Freud, el concepto de “coraza” o “armadura muscular” desarrollada posteriormente por Alexander Lowen (1910 – 2008). Reich sostenía que, junto con la denominada “coraza del carácter”, dicha armadura muscular forma un sistema que impide al individuo experimentar placer y libertad. (Lowen, 1996).

La vegetoterapia caractero-analítica precursora de la biosíntesis, (el sistema neurovegetativo como vía de acceso al inconsciente) fue creada por Wilhelm Reich en Berlín, alrededor de 1936, que no deja de ser una forma evolucionada de utilizar el psicoanálisis freudiano; al haber introducido modificaciones importantes tanto en la teoría como en las técnicas, trabajando con el desbloqueo emocional del cuerpo mediante masajes, movimientos expresivos y ejercicios de respiración profunda. Convirtiéndose después en la matriz de las denominadas “psicoterapias corporales”.

La vegetoterapia caractero-analítica se convirtió en la incipiente biosíntesis gracias al trabajo de varios psiquiatras y psicólogos post-reichianos especializados en terapias corporales energéticas como son: Ola Raknes, Alexander Lowen (análisis bioenergético), así como otros, que tomaron aspectos parciales de su abordaje clínico desarrollando nuevas técnicas, a mediados del siglo XX. Como la “Core Energética” de John Pierrakos, el “Grito Primal” de A. Janov. El “Rolfing” vinculado a los masajes posturales creados por Ida Rolf. O la biorrespiración de Astrid Brinck alumna de Hellinger, relacionado con las terapias sistémicas y costelaciones familiares. O los trabajos del italiano Federico Navarro y de Stanley Keleman (1985), vinculados a la psicología somática.

Fue el británico David Boadella (1931 -) después de formarse en vegetoterapia más de doce años con Ola Raknes en Noruega e influenciado por los trabajos basados en la energía del malogrado psicoanalista junguiano Robert L. Moore y de la psicología unitiva de Jay Stattman, cuando en 1968 funda la terapia en biosíntesis.  Actualmente está técnica terapéutica está instalada en más de cuarenta países alrededor del mundo.

Esta metodología terapéutica “neoreichiana” es muy útil para integrar o reintegrar a las personas, alinear los pensamientos con la acción, la emoción con el pensamiento, o la acción con la emoción, ya que muchas veces se producen incongruencias entre las distintas dimensiones del ser. El objetivo central es ayudar al cliente a recuperar el contacto profundo con su fuente de salud y bienestar espiritual, que se halla en la mayoría de nosotros inaccesible por razones biográficas, o traumáticas que a su vez están ancladas en nuestros cuerpos y muchas veces no sabemos cómo trabajar eso.

En Biosíntesis, a nivel clínico se tienen en cuenta seis dimensiones fundamentales (dimensiones de la vida), a través de los cuales buscamos entender, controlar y apoyar el proceso de formación del cliente: Corrientes de vida, Campos de vida, Líneas de vida, Historias de vida, Ondas de vida y los Recursos de vida. En esencia, la biosíntesis nos ofrece los principios y métodos para comprender e integrar estas dimensiones de la vida. Biosíntesis es, ante todo, una forma de autodesarrollo y autoformación con una amplia base bio-psico-social, y con potencial para aplicaciones en muchas otras áreas de la sociedad más allá de la clínica.

Imagén rescatada de: Esther Frankel “escultura de biosíntesis, dimensiones de vida: http://schoolbiosynthesis.es/wp-content/uploads/2016/08/1-ESCULTURA-DE-BIOSINTESIS.-DIMENSIONES-DE-VIDA.-ESTHER-FRANKEL.pdf

Corrientes de Vida:

Las corrientes de la vida implican la morfología, el desarrollo embriológico, las capas del endodermo, mesodermo y ectodermo, la comprensión de los bloqueos entre estas capas y su integración. Es todo el desarrollo del feto, lo que llamamos desarrollo horizontal, y sus implicaciones en el proceso formativo de la persona. Las corrientes de vida se ocupan de tres líneas de afecto uterino: el afecto umbilical, el afecto kinestésico, y el afecto de la piel fetal, que se forman durante la vida embrionaria.

Las tres corrientes de afecto corresponden a las tres capas de desarrollo fetal: endodermo, mesodermo y ectodermo. Y estas tres capas están conectadas con las tres regiones morfológicas del cuerpo: el vientre, la espalda y la cabeza. El concepto de Corrientes de Vida es una forma de ver la organización del cuerpo en términos de energía y forma organizadas en el espacio, en términos de comportamiento y de cómo el pensamiento, la emoción y la acción están siendo integrados.

Campos de Vida:

Son los diferentes niveles interactivos de experiencias y expresiones del comportamiento y de la consciencia humana. Por ejemplo, la sexualidad es un Campo de Vida, el lenguaje es un Campo de la Vida. En Biosíntesis, estos campos se corresponden a los diferentes niveles de expresiones asociados a los segmentos de la columna vertebral.

En el cuerpo humano, la columna vertebral es el eje del sistema de motor y el canal para los nervios motores, los nervios sensoriales y el sistema vegetativo asociado. La columna vertebral tiene siete nudos naturales donde ella se curva y se dobla y estos nudos están situados en los centros de nuestro sistema de energía sutil, vinculadas a las glándulas principales del cuerpo.

La columna es el principal eje integrador del cuerpo, conectando la pelvis al cerebro, pasando a través de los centros nerviosos que regulan la digestión y la sexualidad, que mantienen el equilibrio del corazón, garganta y lengua, ojos y visión, los oídos y la audición. Cada Campo de Vida puede ser visto en términos de polaridad y se puede acceder mediante un trabajo terapéutico.

La neurosis implica no sólo la división horizontal entre las Corrientes de Vida, sino también la escisión vertical entre los Campos de Vida. Boadella contempla siete Campos de Vida, que son campos de experiencias y expresiones de la vida humana, que corresponden a los segmentos de la columna vertebral, cuyos centros son los siguientes:

  • El centro de la Raíz: cuya función principal es la de “enraizar” en el sentido de un compromiso con el cuerpo y un deseo de supervivencia, o de contacto con el cuerpo, o de contacto con otros y con el mundo. Tiene que ver también con que las creencias y conocimientos están anclados en la realidad del mundo y son experimentados emocional y físicamente. También corresponde a uno de los elementos claves de la Biosíntesis, que son los Campos Motores.
  • El centro del Hará: se refiere a la carga y la emoción. Corresponde a la energía disponible para la realización vital. Este centro está estrechamente relacionado con el ombligo y la sensación de contacto a través del cordón umbilical. En la infancia es el centro del bienestar, sostenido por experiencias placenteras en su interior. Durante y después de la adolescencia se relaciona con la sexualidad.
  • El centro del Plexo Solar: se relaciona con los vínculos, fronteras, límites y confianza en sí mismo. Esto puede presentar dificultades relacionados con el poder, la dominación y la manipulación.
  • El Centro del Corazón: es el centro de unión con lo próximo, con la vida y con el mundo, está relacionado con la compasión, la capacidad de amar profundamente y de formar relaciones.
  • El Centro de la función principal de la Garganta: es la comunicación o emisión de sonidos, incluye el aparato productor de la voz y los bloqueos en la garganta y el cuello. La importancia de este puente entre el pensamiento y la emoción, entre el pensamiento la acción y los movimientos. El estado saludable de este centro corresponde a una buena comunicación y a la creatividad del lenguaje.
  • El Centro de la frente o los ojos y la visión: se refiere a la visión y la contemplación – mirar hacia fuera y ver el interior. Representa la capacidad de una persona para enfrentarse a sí misma y a los otros. Se relaciona con el poder de imaginar, así como con el poder de ver profundamente la esencia de una situación. Cuando se trabaja con este centro, estamos tratando con los bloqueos oculares y con las situaciones traumáticas involucradas.
  • El Centro de la Corona: es el canal de comunicación con el cosmos. Se refiere a una apertura con algo más grande que el ser, que uno mismo, donde se da la integración de todas nuestras cualidades. Las Corrientes de Vida y los Campos de Vida son las dimensiones del proceso de formación del individuo. Pero este proceso no ocurre de forma aislada, y depende de las interacciones con otras personas, seres vivos, el mundo y el universo.

Depende de la historia de estas interacciones a lo largo del tiempo, del entorno familiar y social. El desarrollo de las semillas depende de la tierra donde se sembraron y toda la ecología que lo rodea. El proceso de formación debe ser reforzada por las condiciones adecuadas, sin la cual la autoorganización no sucede.

Estos son los campos en los que este proceso de formación de organización se desarrolla a lo largo de la vida del individuo. Por ejemplo, para tener un desarrollo saludable, los niños necesitan la presencia de los padres con los cuales mantener un contacto permanente capaz de generar el desarrollo biológico necesario. Las miradas, actitudes y palabras amorosas, comprensivas e incentivadoras de los padres van a fortalecer y estimular el proceso de aprendizaje, de formación, del niño.

En la psicoterapia, la presencia, los toques, el contacto, la voz y el cuidado del psicoterapeuta forman un campo organizacional en el que se desarrolla el proceso formativo del cliente. Estos campos organizacionales se proyectan a través de otras cuatro Dimensiones de Vida: Líneas de Vida, Historias de Vida, Recursos de Vida y Ondas de Vida.

Líneas de Vida:

El individuo está inmerso en una red de relaciones con otros individuos y con el mundo, con su familia y sus antepasados, con su trabajo, con las relaciones sociales y como parte de una gran comunidad humana y de la historia. Esta red de relaciones es lo que llamamos Líneas de Vida.

A menudo el foco de los conflictos del cliente está en sus relaciones familiares, sea como pareja en una relación amorosa, como un padre o como un hijo. Otras veces el foco puede estar en alguna situación de sus antepasados que tiene poca o ninguna conciencia.

El trabajo con el sistema familiar (líneas de la familia) es una excelente oportunidad para comprender y ayudar a sanar a los clientes de sus enredos familiares. En el proceso terapéutico, las líneas de vida forman parte de las relaciones de transferencia y contratransferencia que deben estar siempre presentes en la mente del psicoterapeuta durante el trabajo clínico.

Historias de Vida:

Nuestro cuerpo y nuestra vida se desarrollan a lo largo del tiempo, desde la vida prenatal hasta la muerte. Tenemos una historia y un recuerdo de vida. Nuestros sueños, fantasías, deseos, anhelos y planes siempre están creando nuestra historia. Los mitos, que son expresiones de arquetipos, cuentan, de una forma universal, cómo muchas de estas historias se desarrollan. En Biosíntesis no sólo se trata con una mezcla de eventos y experiencias, sino también con la línea del tiempo desde el pasado hacia el futuro, que está abierto para ser creado.

En Biosíntesis, el trabajo de regresión a una experiencia previa, siempre tiene que ser equilibrado poniendo el énfasis en el presente. Estas historias nos dicen de dónde venimos y hacia dónde vamos, nuestros sueños, nuestras visiones del pasado y del futuro llamadas Historias de Vida.

Recursos de Vida:

Estos son los recursos que tenemos y vamos adquiriendo a lo largo de nuestras vidas y que nos van a permitir ampliar nuestro potencial evolutivo, curarnos de una enfermedad, o de una situación problemática o traumática. Es nuestra capacidad de regeneración física y mental, que incluso en situaciones de encorazamiento, de desintegración física o mental siempre existe. Esta capacidad regenerativa es parte de nuestra esencia.

Estos recursos no son solamente nuestro estado de salud física, también son recuerdos de experiencias e imágenes, creencias, valores, expectativas y esperanzas, las relaciones, la situación laboral y material (financiera e inmobiliaria), el arte, nuestro entorno, los amigos, la familia, el trabajo etc. Un recuerdo de una abuela cariñosa y protectora, un río de la infancia, un árbol o la visión de una flor, por ejemplo, pueden ser una fuente importante para la curación regenerativa y la salud.

En Biosíntesis, creemos que estas características no sólo se crean, sino que muchas, también se heredan. El ser humano tiene acceso a innumerables y diferentes cualidades expresivas de su humanidad, estas cualidades pueden haber sido desactivadas o desestimuladas; pero forma parte de la naturaleza humana que estas cualidades sean reactivadas e incorporadas a nuestras vidas.

Ondas de Vida:

Este concepto está relacionado con el potencial evolutivo humano en términos de bienestar físico, mental y espiritual, y define un espectro que va desde un bajo nivel de integración hasta un estado más alto de integración del ser. No es un concepto temporal, sino que está relacionado con nuestro estado de madurez.

El potencial físico crece desde el nacimiento y podemos ver esto, por ejemplo, en las diferentes etapas de crecimiento del bebé: se arrastra, gatea y se pone de pie. Luego sigue la adolescencia, la edad adulta y la vejez, donde el potencial físico decrece y el potencial mental y espiritual puede estar muy desarrollado.

Durante la vida, las enfermedades pueden retrasar o debilitar ese potencial, pero también lo pueden ampliar cuando el cuerpo y la mente aprenden. Las situaciones traumáticas pueden perjudicar este potencial que todavía puede oscilar negativamente cuando tenemos reveses y situaciones problemáticas.

El potencial evolutivo tiene sus etapas marcadas y se celebran con los ritos de paso en muchas sociedades: en la adolescencia, ceremonias de matrimonio, aniversarios, graduaciones y funerales. Este potencial se relaciona con el proceso de individuación (Jung) y la realización hasta el estado de iluminación como describen los budistas. A través del trabajo psicoterapéutico podemos ampliar nuestro potencial evolutivo.

El cliente cuando llega a la terapia presenta problemas en una o más Dimensiones de la Vida, donde el desequilibrio en una dimensión, podría afectar a otra orgánicamente. El trabajo psicoterapéutico en Biosíntesis ayuda a las personas a ganar más integración a través de la comunicación interna y de la transferencia de información que reorganiza el flujo de energía y el cuerpo, creando una base para resolver sus problemas, tensiones y bloqueos, enriqueciendo y ampliando de esta manera su potencial evolutivo.

Si miramos hacia estas dimensiones de Biosíntesis, vemos una manera inspiradora para cuidar de nosotros mismos, ser cuidado, cuidar de los demás y del planeta. Una manera que puede ayudarnos a llevar nuestra luz a la tierra, a experimentar la luz de la tierra, la espiritualidad del cuerpo y la encarnación del espíritu. Entonces nuestro paso por el valle de la creación del alma estará con los pies en el suelo. La suma que desarrollamos a lo largo del camino recordará la propia fuente, y las acciones en el mundo serán cada vez más en forma de corazón.

Nota: Texto parcialmente rescatado del escrito de Esther Frankel “escultura de biosíntesis, dimensiones de vida: http://schoolbiosynthesis.es/wp-content/uploads/2016/08/1-ESCULTURA-DE-BIOSINTESIS.-DIMENSIONES-DE-VIDA.-ESTHER-FRANKEL.pdf

Esther Frankel, es pionera en biosíntesis e introductora de esta técnica terapéutica en Portugal.

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