Los sueños se pueden considerar una expresión normal y creativa del inconsciente. El consciente y el inconsciente no están necesariamente en mutua oposición, si no que se complementan para formar la totalidad de la persona.
El sueño refleja la pulsión hacia lo saludable y creativo, compensando deficiencias del acto consciente y restaurando el equilibrio psicológico. El trabajar con los sueños enriquece la consciencia.