Extracción de recuerdos con hipnosis… ¿falacia cinematográfica?

La hipnosis, normalmente tiene muy mala prensa y esto se debe a esa publicidad que se hace de ella en los ambientes cinematográficos y teatrales; que nos hacen creer que el paciente de esta técnica, entra en “trance” y pierde la voluntad. Siendo el terapeuta el que pasa a tener el “control” para guiarle según sus directrices. Pero realmente es todo lo contrario. La persona hipnotizada escucha perfectamente lo que dice el profesional, en un estado de gran concentración. No está dormida o inconsciente, sino despierta y lúcida. El paciente tiene intacta la voluntad, hasta el punto de que, si no quiere ser hipnotizado, no va a entrar en trance porque mantiene conservada en todo momento la capacidad de tomar decisiones y nunca hará nada que no desee. Pudiendo salir él mismo, del estado hipnótico voluntariamente y de forma consciente, cuando crea conveniente.

Según la Doctora Costa; La hipnosis es un estado mental voluntario y confortable, con diferentes grados de profundidad focal, caracterizado por una reducción de la actividad sensorial periférica, en el que se mantiene una concentración especial, con una suspensión voluntaria de la capacidad analítico lógica propia del hemisferio cerebral izquierdo, lo que conlleva un acceso más fácil a los procesos inconscientes, facilitando la búsqueda de respuestas internas. Continuar leyendo “Extracción de recuerdos con hipnosis… ¿falacia cinematográfica?”

Milgram y la obediencia destructiva…

El Holocausto Nazi, durante el período de la Segunda Guerra Mundial influenció enormemente a las ciencias sociales y a la psicología social. La obediencia destructiva generada por ciertos líderes autoritarios, hacia ciertas estratificaciones sociales y los hechos que se produjeron, motivaron a Stanley Milgram (1974) a realizar un programa de investigación sobre la obediencia a la autoridad. Este experimento se basaba en la perspectiva psicosocial que durante la segunda mitad del siglo XX resaltaba los efectos negativos de los grupos sociales. Vinculando su experimento a otro estudio, comentado ya por mí en otro post:  el “sesgo de la conformidad” el cual fue realizado por Solomon Asch (1953) y ampliado por Moscovici (1981), respecto a la inconformidad social de las minorias. El estudio controversial de Milgram ha constituido un claro ejemplo de sesgo de confirmación positiva en la teorización psicosocial, donde el mantenimiento del status quo, es más importante que el cambio y la transformación social (Haslam y Reicher, 2011). De ahí que Milgram intentará reproducir en sus experimentos distintos niveles de obediencia destructiva, tal y como tuvo lugar durante el gobierno nazi en Alemania. Continuar leyendo “Milgram y la obediencia destructiva…”