Derivas en psicología social…. Construccionismo y postmodernidad.

Hablar de construccionismo social es hablar de postmodernidad. El construccionismo social proviene de la idea inicial del constructo de realidad y de los constructos sujeto / objeto desarrollados por Berger y Luckmann (1966). Los cuales se convierten en concepto meta científico de las ciencias sociales.

Esta construcción de la realidad tomada por estos dos sociólogos fue la síntesis del eje vertebral teórico desarrollado sobre estas mismas ideas en los años ochenta por el psicólogo Kenneth Gergen. Cuando la crisis de la psicología social intenta crear una metateoría para desvincularse de las ciencias sociales. Promovida por el impulso que tuvo el interaccionismo simbólico acuñado por Herbert Blumer en los años treinta del siglo XX y desarrollada por George H. Mead posteriormente.

El IS (interaccionismo simbólico) y el CS (construccionismo social) estudian la relación individuo / objeto, y el constructo subjetivo y relativista de “realidad” derivado de la interacción social de los individuos a través del lenguaje.

Pero esta corriente de psicología social no se podría entender sin contextualizar el hecho de la sociedad postmoderna como respuesta al rechazo del cientificismo positivista vinculado a la modernidad proveniente de la ilustración y a las premisas y conceptos filosóficos modernistas tan débiles e incompletos.

Según Hicks (2004). A nivel metafísico, el postmodernismo es anti-realista, es decir, afirma que no existe una realidad independiente ahí fuera y la sustituye por un relato sociolingüístico y construccionista, epistemológicamente dado. Que rechaza la existencia de una realidad exterior. El postmodernismo niega que la razón, o ningún otro método, sean suficientes para adquirir un conocimiento objetivo de la realidad. Dado que la realidad es un constructo sociolingüístico y el postmodernismo enfatiza la subjetividad.

Resumiendo, el postmodernismo es un movimiento cultural y filosófico que desafía y tiene una diana: el modernismo tal como se encarnó en la Ilustración y todo su legado y elementos esenciales. Hicks (2004) plantea que el postmodernismo surge de la fusión de un componente filosófico, la epistemología escéptica que se origina en Kant y de un componente político: el fracaso del socialismo.

Contextualicemos en un principio históricamente, desde la filosofía y la religión, para entender los procesos modernistas versus postmodernistas. Estos comienzan en los ataques que la Ilustración base del modernismo, sufrió desde su principio surgiendo inmediatamente una Contra-Ilustración. Dejando aparte a los ilustrados franceses y su revolución. Nos centraremos en Inglaterra y Alemania en el periodo que va desde 1780 a 1815 donde se produce una división entre la cultura anglosajona de la ilustración con los modernistas empíricos de base, léase Hume, Locke, Bacon, Bayle, Hobbes, Leibniz, Newton etc. Que se desvincularon del racionalismo modernista puro de Descartes, Pascal o Spinoza. Y el idealismo modernista alemán encabezado por Kant. Estas dos corrientes se separan definitivamente entre sí, siguiendo los primeros el programa de la Ilustración y los segundos el de la Contra-Ilustración. Con el tiempo, el postmodernismo será el resultado del ataque de la Contra-Ilustración a la razón

El postmodernismo que rechaza la razón se vincula a la cultura alemana de la contra ilustración a través del filósofo Immanuel Kant quien en su obra “crítica de la razón pura” (1787) genera el argumento de que nuestra percepción de la realidad se debe a los órganos sensoriales y al cerebro y éstos no reflejan la realidad como es, sino que de alguna manera la crean. Por lo tanto, nunca se puede conocer el mundo exterior.

Según Kant, todo lo que experimentamos son meras representaciones que no tienen existencia propia fuera de nuestra mente. es decir que la razón y la ciencia están limitadas a ese mundo de las representaciones y dejan el verdadero mundo real (noumenal, en terminología kantiana) sin tocar, porque es intocable. De esta manera, Kant al negar el conocimiento deja espacio para la fe ya que nadie puede decir lo que hay o no hay realmente en ese mundo exterior.

En la historia de la filosofía, Kant marca un giro fundamental de la objetividad a la subjetividad como estándar. Por tanto, defiende mucho la razón y principios universales, pero corta la conexión de la razón con la realidad. La razón no puede conocer la realidad, no podemos conocer nada fuera de nuestras cabezas. Y la historia del resto de la filosofía alemana es la historia de las extensiones y reacciones a Kant. Desarrolladas posteriormente por Hegel y Kierkegaard, Schopenhauer, etc.

Hegel postula que la separación entre sujeto y objeto no puede ser salvada epistemológicamente por la razón y entonces propone que ese puente puede ser salvado metafísicamente identificando al sujeto con el objeto.

Kierkegaard que también acepta la separación sujeto/objeto postula de forma más irracionalista que no puede ser salvada epistemológicamente por la razón.

Pero nos quedamos con Hegel y sus aportaciones al postmodernismo vinculadas también a las bases del construccionismo social. Hegel opera por medios dialécticos y contradictorios y se salta el principio de no contradicción de Aristóteles, según el cual una proposición y su negación no pueden ser verdad al mismo tiempo. Es decir, A no puede ser B y no ser B al mismo tiempo.

A nivel religioso donde el modernismo plantea que el conocimiento de base empieza en la observación de la naturaleza y no en la observación de lo sobrenatural (Dios) hace que se vaya instalando el deísmo y el ateísmo versus la cosmología judeocristiana que se presenta  llena de contradicciones: un Dios que crea algo de la nada, la santísima trinidad, que es tres y a la vez es uno, vírgenes que dan a luz, sin varón, un Dios bueno que crea un mundo que contiene el mal, etc.…La razón de la Ilustración no acepta esto y se da un declive de las creencias religiosas. Kant había descubierto que la razón llegaba a conclusiones contradictorias cuando intentaba entender el mundo, desde el enfoque de que el universo debe haber tenido un principio, pero que a la vez tiene que ser eterno, o que tenemos libre albedrío pero que el determinismo es verdad, que Dios debe existir, pero a la vez no existe…Estas contradicciones de la razón llevaron a concluir a Kant que la razón no podía conocer la realidad. Pero Hegel hace un movimiento muy osado, y concluye que este tipo de antinomias no son un problema para la razón, sino que son la llave del entendimiento universal.

Kant estaba atrapado dentro de la lógica aristotélica, pero, según Hegel, necesitamos un nuevo tipo de razón, una que abrace las contradicciones y que vea la realidad evolucionada a partir de fuerzas contradictorias. Y así la razón ya es compatible con la visión judeocristiana, ya podemos aceptar que la creación comience a partir de la nada, que un ser perfecto cree el mal, etc. estas bases son el nacimiento del relativismo y subjetivismo muy vinculados al postmodernismo y al construccionismo social. No se puede entender el postmodernismo si no se entiende la filosofía alemana. Derrida, Foucault, Rorty y demás postmodernos citan a Kant, Nietzsche, Heidegger, Hegel, Kierkegaard o Schopenhauer como bases a sus postulados.

También hay que señalar a nivel educativo, que el postmodernismo rechaza la noción de que el propósito de la educación sea entrenar las capacidades cognitivas de los niños para producir un adulto capaz de funcionar de forma autónoma en el mundo. Lo que la educación tiene que hacer según los postmodernistas es coger a un ser en esencia indeterminado y darle una identidad social. La forma de hacer esto es por el lenguaje y hay que usar el lenguaje de forma que cree un ser humano sensible a su identidad racial, sexual o de clase. Esta premisa no deja de partir de un sesgo bastante categorial. Cuya finalidad es la de contrarrestar la primacía del hombre blanco occidental burgués y modernista. Se genera a través del postmodernismo la discriminación positiva de las minorías. Es decir, la educación debe enfatizar los logros de los no-blancos, las mujeres y los pobres. Y debe enseñar a los niños que el método científico no es una mejor manera de encontrar la verdad que cualquier otro método de “investigación”, y que los alumnos deben ser receptivos a otras formas de conocer.

A nivel político y socioeconómico la destrucción del socialismo marxista que reivindicaba la igualdad de clases y la productividad homogénea, cuando lo que primaba a principios del siglo XX es el capitalismo más Keynesiano. Genera que se produzca el mismo dilema que con la religión en los intelectuales postmodernistas.   Según Hicks, (2004) ante el florecimiento del capitalismo y la pobreza y brutalidad del socialismo, los postmodernistas tienen que elegir entre la realidad y sus ideales: o aceptar los hechos y renunciar a sus ideales o aferrarse a sus ideales y atacar todo el concepto de que la evidencia y la lógica imponen. Que todos los líderes del postmodernismo (Foucault, Lyotard, Derrida, Fish, Rory…) llegaran a la madurez en sus carreras en los años 50 y 60 (y que provinieran algunos de ellos del partido comunista) no es ninguna coincidencia. El postmodernismo nace del matrimonio entre la izquierda política y la epistemología escéptica.

El concepto de construccionismo es acuñado por Gergen en un artículo de 1985, reelaborado de un texto de 1983 del APA (American Psychological Association). En el que nos comenta que el objeto se acerca más al sujeto y comienza a diluirse con él a través del lenguaje. Y se instaura la duda metódica sobre “lo dado”. No se acepta algo porque sea simplemente nombrado. Por ejemplo, la agresión, la ira o una actitud solo es apoyable en el desarrollo lingüístico de la ciencia social. Esto seria el principio de la psicología social histórica, alternativa o postmoderna.

También se postula que el mantenimiento de la comprensión a nivel cognitivo no esta limitado por una validez científica sino por su ubicación en el entramado de las relaciones sociales y depende de los procesos de negociación y elaboraciones retóricas vinculadas a funcionalidades sociales y a la deconstrucción del lenguaje. En función de las perspectivas endógenas del individuo, o su interpretación subjetiva.  Todo esto muy vinculado a las premisas de los filósofos alemanes antes descritos y los segundos estudios de Wittgenstein posteriormente a su “tractatus” donde proclama que: “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Estas ideas generan el relativismo de los años setenta en casi todas las propuestas sociales a nivel de la psicología social histórica y postmoderna, muy vinculada a los postulados de Habermas filósofo influenciado por las bases marxistas, kantianas y Wittgensteinianas.

El postmodernismo y el construccionismo social es la época moderna de la muerte del sujeto frente al objeto y la interpretación social de grupo. La construcción de la persona cambia. A nivel metodológico y en la aplicación de la psicología clínica, la terapia se conceptualiza como un trabajo interpretativo de roles homogéneos cuya problemática es negociada “in situ” y no hay imposiciones previas de jerarquías o categorías legitimadoras vinculadas a alguna patologización, no se tienen en cuenta los vademécums psiquiátricos, léase DSM o CIE 10. Ni psicotécnicos ni ninguna prueba científica cualitativa, ni tampoco se tiene en cuenta el posible empoderamiento del terapeuta en función de sus conocimientos o recursos. Todo se basa en el análisis del discurso a nivel cualitativo. El terapeuta no tiene poder clínico y esta a la altura del cliente y de una comunidad de observadores que trabajan dentro de las sesiones con una metodología participante de consenso grupal en función de una co-creación dialógica, vinculada al análisis del posible discurso del cliente. Explicaré en posteriores posts el tema socio construccionista más detenidamente y desde un punto de vista más práctico.

Bibliografía:

Berger, P. y Luckmann, T. (1966) “La construcción social de la realidad”. Ed.Buenos Aires: Amorrortu, 1.968.

Gergen, K.J. (1985).“The social constructionist movement in modern psychology”, American. Psychologist, vol. 40, n0 3, 266-275.

Hicks, S. (2004) “Explicando el postmodernismo: Escepticismo y socialismo de Rousseau a Foucault” (Scholargy Publishing, 2004; expanded edition, 2011)

Kant, I. (1787) “Crítica de la razón pura”, trad. de M. Caimi, Ed. Buenos Aires, Colihue, 2007

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